Deja de hablar. Da un buen trago de cerveza. Yo no digo nada. Hemos llegado a la encrucijada. Ahí esta y ahora me parece que llevamos meses dirigiéndonos hacia aqui. Años. Miroor la ventana y veo pasar los coches. Odio el tenis mas que nunca. Pero me odio más a mi mismo. Me digo a mi mismo, ¿y qué? ¿A quién le importa que odies el tenis?. Toda esa gente de ahí afuera, todos esos millones de personas que odian el trabajo con el que se ganan la vida, van a trabajar todos los días. Tal vez hacer lo que odias, hacerlo bien y con alegría, es la clave. Si, muy bien, odias el tenis. Ódialo todo lo que quieras. Pero aún así debes respetar,lo y respetarte a ti mismo.
André Agassi. Open Memorias. Página 313, ediciones Duomo Nefelibata.
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