viernes, 8 de diciembre de 2023

Entrada cincuenta y siete. "Si el niño no es deseado antes de su nacimiento..."

 “Nuestra vida se compone de las pistas que la relación con nuestra madre ha dejado en nosotros, de la estratificación de señales que el encuentro con el cuerpo, la voz, la lengua de la madre ha impreso en nosotros. Es una memoria inconsciente que cada uno acarrea consigo. Para captar el sentido de la vida de un sujeto siempre hay que hacerse la misma pregunta: ¿Qué fue para ese niño su madre, y esa voz por la que el amor se identificaba con los mandatos del deber?. Hay de hecho, en el origen de la vida una “relación insondable que une al niño a los pensamientos que han rodeado su concepción”.....”La madre actúa manifestándose principalmente como un conjunto de huellas, signos, marcas que se graban en el inconsciente del niño.”.....


“....Desde antes de la concepción y la gestación, albergar o rechazar la vida del hijo no es solo una cuestión biologica, sino que implica un consentimiento inconsciente, un ¡sí¡, a nivel de deseo. Es la primera pregunta que debemos hacernos al interrogar la constitución humana de la vida: esta vida, tu vida, ¿fué deseada, querida, esperada o se vivió como una maldición, un desaire del destino, un ultraje?¿Tuvo lugar en la indiferencia como una necesidad sin deseo, como una regla anónima que impone a la mujer el convertirse en madre, o bien fue concebida y escogida por Dos que se aman? Más importante que asegurar la satisfacción y la gratificación al niño es haber acogido su vida en el deseo, es haberla deseado, buscado desde antes de su concepción. Si este deseo está ausente, si el niño no es deseado antes de su nacimiento, si no se le quiere, si ningún deseo lo está aguardando, las consecuencias serán una mutilación de su sentimiento de la vida.”


Las manos de la madre. Deseo, fantasmas y herencia de lo materno. Editorial Anagrama. Segunda edición. Febrero 2023.


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