sábado, 5 de enero de 2019

Entrada cuarenta y ocho. Todas las barbaridades, ...., un mes después de la toma de poder por HItler todavía eran algo inconcebible incluso para las personas más perspicaces.

Ya lo ven: todas las barbaridades, como la quema de libros y las fiestas alrededor de la picota, que pocos meses más tarde ya eran hechos reales, un mes después de la toma de poder por Hitler todavía eran algo inconcebible incluso para las personas más perspicaces. Porque el nacionalsocialismo, con su técnica del engaño sin escrúpulos, se guardaba muy mucho de mostrar el radicalismo total de sus objetivos antes de haber curtido al mundo. De modo que utilizaban sus métodos con precaución; cada vez igual: una dosis y, luego, una pequeña pausa. Una píldora y, luego, un momento de espera para comprobar si no había sido demasiado fuerte o si la conciencia mundial soportaba la dosis.

El mundo de ayer. Memorias de un europeo. Stefan Zweig. Pág. 460 Editorial acantilado. 2018.

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