viernes, 4 de enero de 2019

Entrada cuarenta y siete. El ángel se va, la misión permanece....

"Pienso que es importante escuchar también la última frase de la narración lucana de la anunciación: "Y el ángel la dejó" (Lc 1,38). El gran momento del encuentro con el mensajero de Dios, en el que toda la vida cambia, pasa y María se queda sola con un cometido que, en realidad, supera toda capacidad humana. Ya no hay ángeles a su alrededor. Ella debe continuar el camino que atravesará por muchas oscuridades, comenzando por el desconcierto de José ante su embarazo hasta el momento en que se declara a Jesús "fuera de sí" (Mc 3,21; cf. Jn 10,20), más aún, hasta la noche de la cruz.

En estas situaciones, cuántas veces habrá vuelto interiormente María al momento en que el ángel de Dios le había hablado. Cuantas veces habrá escuchado y meditado aquel saludo: "Alégrate, llena de gracia", y sobre la palabra tranquilizadora: "No temas". El ángel se va, la misión permanece, y junto con ella madura la cercanía interior a Dios, el íntimo ver y tocar su proximidad."

La infancia de Jesús. Joseph Ratzinger Benedicto XVI. Pag. 43-44 Editorial Planeta 2014.

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