sábado, 3 de abril de 2021

Entrada cincuenta y tres. Huir del sufrimiento es huir de la vida.

 "Hoy y a la vista de las nuevas posibilidades de que el hombre dispone, el tema de esquivar el sufrimiento ha adquirido una importancia apenas conocida antes. El intento de eliminar el dolor mediante la medicina, la psicología y la pedagogía, mediante la construcción de una nueva sociedad, se ha convertido en el gigantesco empeño de la salvación definitiva de la humanidad. Por supuesto que el dolor puede y debe ser reducido por todos estos medios. Pero el empeño de hacerlo desaparecer absolutamente se llegaría a identificar con el desprecio del amor y, en consecuencia, en la marginación misma del hombre. Tales intentos son seudoteología. Lo único que pueden conseguir es una muerte vacía y una vida vacía. El hombre que no se enfrenta con la vida se niega a vivir esa vida. Huir del sufrimiento es huir de la vida. La crisis de Occidente se debe, no en último lugar, a una educación y a una filosofía que quieren salvar al hombre rehuyendo la cruz y, en consecuencia, contra la verdad. Vamos a repetirlo otra vez: el valor relativo de tales caminos es innegable. Pueden reportar una ayuda preciosa si se reconocen como parte de un todo más amplio. Pero, tomados aisladamente, desembocan en el vacío. Porque, en realidad, el hombre solo se puede conformar con una respuesta, la que se hace cargo de la inabarcable exigencia del amor. La vida eterna y sólo ella es la respuesta suficiente a la cuestión sobre la existencia y la muerte humanas en este mundo."

ESCATOLOGÍA. La muerte y la vida eterna. Joseph Ratzinger. BIBLIOTECA HERDER. 2007.

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